Iluminación navideña

Es curioso comprobar cómo, en estas fechas navideñas, muchos de los barrios de las ciudades que no son céntricos ni comerciales se quedan sin decoración lumínica. Esto, bien pensado, puede ser una gran ventaja frente a los excesos y bien mirado no es necesario.

La iluminación habitual de las calles y su movimiento genera escenarios que bien podrían ser aquellos de los que se sirven en estas fechas. Los pavimentos mojados crean efectos sorprendentes distorsionando el suelo bajo nuestros pies, las farolas abarcan gamas del blanco al amarillo con diversas intensidades desde el observador.

Y los semáforos, rojos y verdes, reproducen los colores más tradicionales de la navidad a diferentes alturas. Ahora entorna tus ojos y verás esto:

¡¡¡FELICES FIESTAS!!!

Vicky TruLLO