23.5.12

Observar lo cotidiano

En un trayecto de metro, sentada en frente de mí, había una chica que no paraba de teclear en su móvil. La sorprendente velocidad a la que lo hacía impedía que pudiese hacer nada más con sus dos manos, así que tenía una manzana mordida en la boca mientras terminaba de escribir y yo no dejaba de pensar en que ella podría haber sido la representación de una Eva contemporánea que escribía sin parar a su querido Adán.
Christopher David Ryan me ha hecho recordar esta anécdota mientras leía la historia de "Sleepyheads, Portraits of Daydreamers"


Estos encantadores dibujos son el fruto de la curiosa mirada de Christopher, quien comenzó a dibujar a los soñadores que le rodeaban a diario en el tren, en los cafés, ...

De ahí surgió un libro lleno de sencillos dibujos de soñadores de Nueva York, en el tren "L", entre Bedford y Union Square, dejando a los espectadores que participen de la ensoñación o que, como en mi caso, recuerden a suya propia.
 

1 comentario:

Pablo Valdecantos. dijo...

- El sueño va sobre el tiempo
flotando como un velero.
Nadie puede abrir semillas
en el corazón del sueño. -
Preciosos dibujos y evocador escrito. Gracias ;)